Me cansé del apparel sin alma que se rinde a la primera caída. De las marcas que hablan de «pasión» desde una sala de juntas. Me cansé de buscar la ropa de nuestra escena y no encontrar nada que se sintiera real.
Así que decidí construirlo yo mismo. Desde cero. Mojojoy no nació de un plan de negocios. Nació de la tierra, la pala y una obsesión casi ridícula por forjar las cosas con alma.
Lo que tienes en tus manos no es una camiseta. Es la respuesta. Es la prueba tangible de un sueño se construye a punta de pala y bicicleta.
Si entiendes de lo que hablo, bienvenido. Esto es para ti.